Varcácel y "el copago" o las fugas del programa oculto del PP.

El presidente del PP de Murcia se siente tan eufórico cara a los próximos compromisos electorales que descuida la estrategia nacional del PP de ocultar su agenda política, su programa futuro de gobierno. El PP, que se ha postulado en los últimos tiempos como el partido de los trabajadores usando con maestría el leguaje orwelliano, endulzando lo duro de sus postulados e incluso postulando vagamente, difuminadamente postulados tradicionales de la izquierda para luego darles la vuelta, retorcerlos y encajarlos en su postulados neocons pero pareciendo otra cosa, bien edulcorados, bien adornados, bien engrasados. Pero he aquí que el Sr. Varcácel suelta este fin de semana la propuesta del "copago" en materia sanitaria; no sabemos mucho más, pero es claro que en las Comunidades gobernadas por el PP van adoptando estrategias encaminadas hacia la no universalidad de la sanidad pública por más que González Pons saliera inmediatamente a matizar a Varcácel por salirse del guión de no mostrar a la ciudadanía las verdaderas intenciones del Partido Popular y eso les haga perder votos (como ya ocurriera con Conservadores Británicos de Cameron que cuando empezaron a desvelar su programa comenzaron a perder distancia con los laboristas de tal forma que si llega a haber un poco más de tiempo hasta las elecciones no hubieran podido ni ganar, ni gobernar con los Liberales). Yo, personalmente, no estoy totalmente en contra de "el copago", siempre que quienes copagaran fueran las rentas más altas y fuera gratuita para las rentas más bajas, es decir, rompamos con la universalidad pero sólo para los más pudientes, introduzcamos también la progresividad en la recepción de las prestaciones sociales, también en educación y demás gasto social, que ya fue bastante criticado el PSOE por dar universalidad al "cheque bebé" y a la deducción de los cuatrocientos euros. ¡Pero verdad que eso no es la propuesta de Varcácel! ¡Verdad que esa no es la valentía que pide! En definitiva, el PP y toda la ideología conservadora no cree en los pilares del Estado del Bienestar, no creen en la sanidad pública gratuita y universal, no creen en la educación pública y gratuita para todos, no creen en las políticas sociales encaminadas a cubrir las necesidades básicas de los más desfavorecidos. Las estrategias elaboradas por los think tank neocons van en ese sentido; estrategias como la "bola de nieve" o "pendiente resvaladiza" como es el ejemplo que nos ocupa: primero se dice que hay que bajar los impuestos para reanimar la economía y así se ingresará más, ¡Mentira!, pero que cuando esto produce déficit públicos, entonces se mira hacia el gasto social, ridiculizándolo y deslegitimándolo aduciendo comportamientos incívicos de los ciudadanos (gorroneo al Estado por parte de parados, enfermos, ancianos, ..., etc.); cuando consiguen bajar el gasto social, siguen con la bajada de impuestos (a los impuestos los conservadores les llaman confiscaciones del Estado) y así sucesivamente hasta hacer bajar el papel del Estado al nivel más testimonial posible y dejar más espacio al negocio, al negocio para con la sanidad, con la educación y con todo lo que supone satisfacer las necesidades básicas de la población. Todo ello se sintetiza en la base de la ideología conservadora versus la ideología progresista: no somos iguales, no tenemos los mismos derechos, el que más tiene es porque se lo ha ganado (él o ella, o la familia, claro) el que nada tiene es porque no se lo ha ganado, porque no ha luchado, porque es vago, por lo tanto nada merece y menos a costa de mis aportaciones al erario público, erario que sí ha de apoyar a mi negocio, bajando impuestos, creando infraestructuras para que mis clientes vengan o para que mis mercancías salgan, para generar empleo. ¡Ah! Pero que conste que hay que trabajar más por menos. ABC: "Varcácel anima a tomar "medidas valientes" para financiar la sanidad"