EEUU ha destruido más de cinco millones de empleos desde que entró en recesión.

Así lo ha titulado EL ECONOMISTA "EEUU ha destruido más de cinco millones de empleos desde que entró en recesión", y "EEUU destruyó otros 651.000 empleos en febrero: la tasa de paro sube hasta el 8,1%". EXPANSIÓN "EEUU destruye 663.000 empleos y el paro sube al 8,5%" y "EEUU espera la estabilización de la destrucción de empleo", CINCO DÍAS "EE UU eleva al 8,5% su tasa de paro, la más alta desde 1983", EL PAÍS "La destrucción en marzo de 663.000 empleos eleva la tasa de paro en Estados Unidos al 8,5%".No, no me estoy apuntando al dicho aquél de "mal de muchos consuelo ....". De hecho hay que decir que EE.UU. es de una dimensión poblacional y económica ocho o nueve veces mayor que la española y aquí se ha destruido más de un millon de empleos. Tampoco es muy comparable la estructura del mercado laboral ni los sectores productivos. Lo que si quiero poner de relieve es que esta crisis, la más parecida a la Gran Depresión y de la que se tardó en salir más de una decada, azota y destruye empleo en todo el planeta, que la globalización nos hace cada vez menos independientes y más influenciables a los abatares que se produzcan en el exterior de nuestras fronteras. Es verdad que cada país tiene sus propias características y por tanto, "la pulmonía" que enferma al mundo produce sintomatologías distintas en cada país, pero también es cierto que el "virus" es el mismo, la "arteriosclerosis" del sistema financiero internacional. Como quiera que engordó demasiado, ahora tiene "colesterol" y no fluye el dinero. Ahora estamos viendo que los últimos crecimientos económicos no tenían bases reales sino especulativas, que los títulos era "papel mojado". Parece que las "inyecciones" de capital al sistema y los rescates de bancos en crisis están manteniendo el "barco" del sistema financiero a flote, ahora el problema para que fluya el crédito es el riesgo. Una economía mundial estancada no genera negocio, al no haber negocio se destruye la capacidad de generar ingresos necesarios para devolver los créditos necesarios para relanzar la economía y no genera dinero para pagar los salarios de los trabajadores; los trabajadores no tienen capacidad de devolver los hipotéticos créditos y se contrae el consumo que vuelve a redundar en la generación económica. Pero aún hay en España entorno a 19 millones de trabajadores con empleo (EPA 4ºT 2008) y entorno a 130 millones de trabajadores europeos activos, y entorno a ellos ha de recomenzar la senda del crecimiento económico junto al consumo exterior gran reto y cambio de modelo económico que necesita nuestro país; trabajadores que por el momento tienen temor a perder su empleo y a la situación económica general, por eso insistir en el "apocalipsis" y en el abaratamiento del despido no es la mejor forma de generar la confianza necesaria para seguir adelante; por otro lado, contraido el consumo privado, es la inversión y la iniciativa pública la que puede sustituir esa contracción de la iniciativa privada, a lo que no ayuda mucho los que, con solemnidad piden, ahora precisamente, austeridad y adelgazamiento del papel del Estado. Estamos en la senda de la recuperación, que será más larga y difícil de lo que quisieramos y todo ello con la irresponsabilidad de los que no quieren arrimar el hombro, de los que prefieren que todo se vaya al traste con la esperanza de desgastar al gobierno y volver al poder a costa del drama de muchas familias.