Más de 15.000 jóvenes, más de 250 almerineses, cobran ya la ayuda de 210 euros del alquiler

Ahora, en este 2008 marcado por la desaceleración -término objetivo que significa que crecemos menos rápido que en el 2007, un 2,7% en términos de PIB frente al 3,8-3,9% respectivamente- al igual que diríamos cuando un vehículo pasa de circular de 90 km/h a 60 km/h no diríamos que va hacia atrás sino que su velocidad es menor aunque avanzamos. En el periodo 2005-2007, las políticas anticíclicas aconsejaban que con ese crecimiento se tuviera superhabit, imposible sin una buena gestión de las cuentas públicas, - "ahorrar para las vacas flacas" para cuando "se desinflara la burbuja inmobiliaria" de forma suave y paulatina, el famoso "aterrizaje" que es lo que pretendía el gobierno-. Pero he aquí, que lo que ocurrió es que nos vimos empujados por la explosión repentina de la burbuja al otro lado del Atlántico por las políticas procíclicas practicadas por el Sr. Busch y su equipo económico -dejar que explote la burbuja mientras algunos se enriquecen inmoralmente y luego... ya se pasará la balleta-. No obstante, los tres ejercicios consecutivos con superhabit que ha conseguido el gobierno socialista, permite a España afrontar este descenso en el crecimiento económico para volver a hacer políticas anticíclicas, dar protagonismo de iniciativa al Estado e incrementar las inversiones en la modernización de nuestro país y en sus estructuras productivas, de transportes y hacer políticas sociales para que las rentas menos pudientes no sufran con toda crudeza los efectos de la nueva situación económica - subidas de los tipos de interés por la arterioclerosis del sistemas financiero producido por las subprime, el encarecimiento de los alimentos por efecto de la principal fuente energética, el petróleo, y por el traslado de los especuladores ahora a los alimentos- antes especulaban con la necesidad vivienda y ahora con la necesidad hambre-. El que suscribe tiene muchas esperanzas en que la nueva Ley de Defensa de la Competencia, aprobada en el pasado diciembre, engrase "el nuevo operar" de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia a través del Tribunal de Defensa de la Competencia para "deshacer" esas situaciones de dominio que unos pocos especuladores obstentan en distintos ámbitos de la estructura de la cadena de valor de los productos -un ejemplo típico es el del mercado de los productos hortofrutícolas y pesqueros donde unos pocos intermediarios y grandes distribuidores "estrangulan" una competencia eficiente encareciendo los productos y pagando misaramente a los productores acosados por el encarecimiento del petróleo.
En este sentido, socialmente, se impone garantizar unos mínimos, hacer una discriminación positiva a las rentas más bajas y a las necesidades más perentorias, porque, al final, la economía no es un objetivo "per se" sino que es un instrumento para que los ciudadanos vivan mejor y más equitativamente.

Lee el siguiente artículo donde el ejecutivo socialista hace posible que ya Más de 15.000 jóvenes cobren ya la ayuda de 210 euros del alquiler